Va y toca a la puerta con gélidas manos y sonrisa perenne...Llega sin invitación y se sienta a contarte tus mejores momentos
El Ciclo de la Vida, de vez en cuando recuerda cuan frágiles somos.
Así que no nos queda más que respirar, sonreír, canalizar dolor a través de los ojos y seguir respirando .
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