jueves, 25 de agosto de 2011

Humedad

  Solamente unos metros que me separan de ese olor que se expande en la habitación, dejo las ventanas abiertas otros minutos y después las cierro lentamente. Evitando que el aroma, mezclado con sueño se aleje y me deje viudo de su fragancia.
 Inhalo y retengo la respiración hasta que mis pulmones golpean mi espalda, como si quisieran salir de su jaula hecha de carne. Casi ebrio me dejo caer en el suelo mientras el sonido nocturno se vuelve sinfonía sobre calles desiertas, calles que esconden historias cada 2 pasos...
 Me pierdo entre sus caricias, primero fría e insistente y después cálida e inverosímil. Dejo que sea mi mano a ser tocada antes que el resto del cuerpo. Adapto mi temperatura y poco a poco siento que esta por todos lados, su olor se hace mas fuerte mientras siento su sabor en la boca.
 Me besa el cuello y se mueve siguiendo la fuerza de gravedad, sin necesidad de guiar con mis manos continua en su trayectoria de placer hacia mis piernas. Nos volvemos uno, un solo ser en medio de tanto y nada. Una persona, observadora ocasional, me mira curiosa mientras me haces caminar sin una meta fija entre sombras y luces opacas. Mira mis pies descalzos y sonríe mientras continuamos a sentirnos mas unidos que nunca! El rumor de tus palabras disminuye, miro hacia arriba y siento que tu olor se va haciendo recuerdo, me saludas fugazmente y me quedo aquí entre las sombras y luces opacas con las huellas de tu ser en mi sonrisa.
 Nos vemos en la próxima nube: lluvia.

lunes, 8 de agosto de 2011

Sombras

 Por muchas lunas llene mi cama de sombras vacías que se reflejaban en cuerpos. Cortejando,escuchando sabores y colores de diferentes pieles que dejaban huellas en toda la habitación formando un laberinto de recuerdos que fueron desintegrandose poco a poco. No recordaba nombres,solo sensaciones y placeres diferentes que me condujeron hacia una saciedad casi infinita, apagaron la sed exterior mientras el hambre interior seguía vivo.
 Adicción a lo desconocido,a lo conocido,con calma a veces,otras con fuerzas. Trazos de heridas que sanaban al salir el sol.
 Así fui olvidándome que era el verdadero placer de la conquista,culpa de esas sombras proyectadas en espejos. Bastaba un simple gesto y su luz era mía por esas horas antes de que la aurora abriese sus labios para recordarme el final del momento...