jueves, 14 de abril de 2016

Azul

 Hubo un tiempo en que solo me vestía de azul: oscuro, claro, más oscuro, menos claro... siempre azul. 
¿Quién sabe por qué era casi una constante en mi reducido armario?
 Uhm...

domingo, 1 de marzo de 2015

miércoles, 13 de agosto de 2014

Veces

De esas veces que no deseas otra cosa que quemar todo aquello que sean recuerdos y, no obstante todo esté lleno de combustible, no logras encender la mecha que cause la destrucción. 

lunes, 11 de agosto de 2014

Caer.

Doy rienda suelta a mis dedos. Escriben frenéticos y sin pausa. Los mismos dedos que no quisieran tocar una pantalla fría.
 Es como caerse y levantarse de nuevo. Caerse... Sentir que se doblan las rodillas por el peso del cuerpo. Aunque el cuerpo está cansado por tantos pensamientos y no por la fatiga física. 
 La mente es como un imán que se siente atraído hacia el suelo; sin querer moverse. Levanto una a una de las ideas. Algunas las cancelo, otras, las hago que se quemen en una pira ceremonial donde el sacrificio es el no poder nacer como quisiera.
 Caigo una vez más. Levanto la frente sudada de palabras y alzó cada músculo forjado de letras.
 Me levanto. 

domingo, 16 de marzo de 2014

Recuerdos

 El olvido se llena de momentos pasados. 
 Los segundos que corren a ritmo marcado por el tiempo. Instantes que se deslizan como mercurio entre los dedos. Cual si fueran fragmentos que se despegan de un inmenso rompecabezas que es formado por la vida. Eso: la vida es un inmenso puzzle que cada día pierde una pieza. Al final, queda solo la imagen borrosa de algo o alguien. 
 Imágenes gastadas de aquello que una vez fue único...

lunes, 21 de octubre de 2013

De mi.

 Se abandona. 
 Muere una parte de mi. Se deja caer en un limbo sin querer ser salvada.
 Se aleja. Sonriendo y con lágrimas.
 

sábado, 14 de septiembre de 2013

Tempestad.

 Cuando no quedara nada, ni siquiera el polvo de los pedazos que rompiste, querrás regresar. Yo estaré con mi puerta abierta...
 Estaré sentado en el tejado mientras se aleja y el olor de la lluvia se trasforma en recuerdo. Habré usado un poco de lo que dejaste para reparar los pedazos de mis muros; mis ventanas abiertas y oscuras serán ojos ciegos que no querrán ver tu regreso. 
 Sólo la luz de un candil me tendrá compañía mientras el frío abraza mis sábanas. Sentiré tu fuerza, como la última vez que llegaste, llevándote todo lo que tenía.
 Y así será...