martes, 14 de mayo de 2013

Desierto II

 La vida fluye en diferentes direcciones. Se aprende a navegar sobre ella. Aunque a veces se necesita sumergirse hasta el fondo. Ciertos encuentros son bocanadas de oxígeno que nos ayudan mientras remolinos caóticos empujan nuestra embarcación hacia el fondo.
 No existe un final verdadero. Se sabe donde se comienza pero no donde se termina. Incluso cuando se cree que es el fin, es solamente un nuevo comienzo.
 La corriente nos arrulla y nos deja dormidos o nos hace saltar por los aires sobre balas de cañón.
 La vida puede ser un riachuelo o un desbordante Nilo que nos lleva hacia un mar de posibilidades donde a veces vemos un desierto húmedo .