sábado, 10 de septiembre de 2011

Sin nombre

 Me quedo sentado, esperando que el mundo de gente que gira a mi alrededor vaya menguando. El bullicio de conversaciones,pasos,vasos,platos,humo de cigarros llena mis próximos 300metros de compañía casi forzada. Oigo todo pero no escucho nada, me concentro en la copa vacía que me hace un guiño sediento que solo puede ser aplacado por un beso alcohólico. La torturo, hago que las otras copas semi llenas la acaricien mientras mi mano tocan el vaso de agua sentado a su lado.
 Un movimiento, casi imperceptible de una mano sobre mi pierna, me recuerda que alguien a mi lado quiere ser notado, cambio mi víctima de cristal por una hecha de carne y sentimientos. Cambio víctima pero no cambio tortura.
 Siento uñas que se clavan por debajo de la mesa, tratando de gritar lo que siente la herida natural bajo su ropa. Ignoro cualquier palabra, sonido o respiro que provienen del cuerpo sentado a mi derecha.
 Mis ojos se mueven hacia unas curvas ondulantes que hablan a mi boca, un suspiro... Camino alejándome de todos y de todo, los pasos de las curvas me conducen detrás de una vieja puerta de madera, olor antiguo mezclado a deseos nuevos, no dejo que diga nada con su boca. Grita el cuerpo mientras nos hacemos uno y el bullicio se siente cada vez mas lejos.
 Tienes nombre?-pregunta después de ajustar las telas de su ropa.
 No sirve de nada- respondo mientras pienso que mi barco zarpa dentro unas horas.