martes, 23 de julio de 2013

Frío

 Frío, como esas palabras que me han hecho sudar mientras la respiración entrecortada se ahoga entre sábanas. Siento evaporarse lo que queda entre nosotros después de cada pausa. Pausas cada vez más largas. Acompañadas de frases formales como si estas poco a poco se fueran extinguiendo cual animal prehistórico. 
 Incomodidad de cada silencio, mientras el mundo de afuera sigue su rutina normal y el nuestro se deshace en pedazos. Rompecabezas de gotas que caen pero no tocan la superficie final. Se transforman en el oxígeno que inhalamos y se vuelve un ciclo. 
 Como una semilla de indiferencia que crece en la noche y acompaña un alba de desprecio.