En este espacio tan reducido hay solo lugar para almas rotas y emociones decrépitas. Toma asiento y escucha la historias que contaran otros, aprende de sus errores y haz lo que quieras.
Rompe corazones frágiles y ponle un freno a todo lo que encuentres fuera de lugar. Desaparece sin dejar rastro por esta vida ínfima e insegura que deseas vivir.
Pero que sea lejos de mi.
sábado, 21 de enero de 2012
domingo, 18 de diciembre de 2011
Obstáculo
Construí una pequeña casa junto al mar, pero salí navegando por el aire rompiendo una frontera. En mi viaje fui encontrando seres, agobiados por el peso de mentiras(las propias), criaturas iguales: mismos sueños fingidos, ocultos por el afán de una sabiduría obtusa. Quedaban atrapados en historias irreales y aburridas de realidades y mundos paralelos.
Llegué a un palacio de mas de 300 años que abría sus puertas para mi, y no entendí, hasta pasado un tiempo, que yo era un simple prisionero de deseos de otros. Construí entonces un palacio dentro otro, sin ventanas, ni puertas al exterior. Una sola entrada y una sola salida.
Los muros se alzaron de la noche a la mañana, basto un movimiento de mis ojos y la luz fue dejando solo sombras a su paso. Con el polvo de mi calzado creé un desierto sin oasis que impidiera a ningún viajero llegar a mi morada. Lancé palabras de despedida que se volvieron semillas llevadas por el viento a la línea de confín.
Semillas que fueron regadas y bañadas por gotas de sudor hasta volverse árboles, creando una selva que rodeaba mi desierto.
Mis muros crecieron impenetrables, cubriendo habitaciones llenas de recuerdos y puertas que formaban laberintos de pensamientos.
Solo una débil luz iluminaba el centro de este hogar y bajo esta esculpieron mis manos una lira, incrustada en la roca, solo de tres cuerdas. Con su toque esta abriría la ultima puerta y dentro de esta sobre un lecho dejé dormir mi corazón.
Mandé mi cuerpo a proseguir el viaje, cancelé mis huellas, mis sentidos, mis deseos... Mientras mi alma se deleitaba creando otros caminos paralelos, parte de mi ser se fue perdiendo.
Llegué a un palacio de mas de 300 años que abría sus puertas para mi, y no entendí, hasta pasado un tiempo, que yo era un simple prisionero de deseos de otros. Construí entonces un palacio dentro otro, sin ventanas, ni puertas al exterior. Una sola entrada y una sola salida.
Los muros se alzaron de la noche a la mañana, basto un movimiento de mis ojos y la luz fue dejando solo sombras a su paso. Con el polvo de mi calzado creé un desierto sin oasis que impidiera a ningún viajero llegar a mi morada. Lancé palabras de despedida que se volvieron semillas llevadas por el viento a la línea de confín.
Semillas que fueron regadas y bañadas por gotas de sudor hasta volverse árboles, creando una selva que rodeaba mi desierto.
Mis muros crecieron impenetrables, cubriendo habitaciones llenas de recuerdos y puertas que formaban laberintos de pensamientos.
Solo una débil luz iluminaba el centro de este hogar y bajo esta esculpieron mis manos una lira, incrustada en la roca, solo de tres cuerdas. Con su toque esta abriría la ultima puerta y dentro de esta sobre un lecho dejé dormir mi corazón.
Mandé mi cuerpo a proseguir el viaje, cancelé mis huellas, mis sentidos, mis deseos... Mientras mi alma se deleitaba creando otros caminos paralelos, parte de mi ser se fue perdiendo.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Ojos
Palabras en un idioma desconocido, soñado, intrincadas palabras se abren camino entre mis sentidos. Se transforman en gestas de héroes olvidados, animales mitológicos, ritmos y sabores que toman forma en las piedras mudas, estatuas, de divinidades que escuchan plegarias que se confunden en el tumulto de cuerpos marcados por el hambre.
Un "Virgilio" con túnica de colores (que acompaña a saborear alimentos ,que mas que eso son especias que muerden mi garganta cada día), me hace atravesar Palacios que otrora fueron escenario de danza, velos, conflictos entre el poder... Absorto entre maravillas y gemas, me encuentro frente a frente con una esencia que llena la atmósfera antigua con olor de flores y ojos que me observan con curiosidad. Los mismos ojos que me hablan, sin pronunciar sílabas que puedan ser escuchadas por nadie mas que yo, me toman de la mano y me ofrecen una taza de una bebida exquisita, confortable como un abrazo.
Trato de no escapar a la realidad y mi fiel "Virgilio" hace que el sueño de pupilas oscuras desaparezca detrás de una puerta.
Cada sentido revive, vibra y escucha que en unas semanas ocupará su lugar de esposa con un desconocido: combinación ancestral de parientes, zodiaco que une dos líneas desconocidas, tristeza y alegría resignadas en el mismo ser.
Mi viaje continua, alternando paz de incienso a dolor interior de no poder ayudar aquellos que se cruzan en mi ruta.
Los elementos están de mi parte, los frescos anocheceres se reducen a unos pocos minutos, es como si las divinidades todas sonríesen y mostrasen sus respuestas cuando ni siquiera se las preguntas.
Ritos , cantos, cada tambor es un lenguaje que me hace recordar, como si en otra vida hubiese ya escuchado el ritmo. Incluso los animales me hacen sentir su ritmo, elefantes cadenciosos se balancean en el camino, hacia el que un tiempo fue un hogar fastuoso de una realeza de las que se hablan en las historias.
Leyendas y oficios que se obtienen los secretos solo de padre a hijo. Generaciones enteras que moldean las rocas y logran obras de arte con el polvo de las gemas.
Religiones que se mezclan en una misma aldea, ciudad, región. Allah sentado observando Ganesh con una cruz en su puerta. Cánticos entonados desde muy temprano, la Aurora con sus " rosados hilos" tejen el comienzo de días que terminan muy pronto y duran una eternidad para otros. Algunos, adoradores de la naturaleza, encuentran refugio del mediodía en los portales de mezquitas cerradas. Mientras yo, encuentro mi propio refugio en el calor que mueve las sombras de los juguetes astronómicos de un maharajá sabio que me observa desde su pedestal de minerales forjados.
El bullicio? solo un lejano y fastidioso recuerdo en este silencio tan intenso como la oscuridad detrás de los muros. Mi visual se deleita con sombras que forman las mismas fábulas e historias escuchadas en días pasados, las sigo tratando de entender su mensaje y siento el roce de la mirada curiosa... Me pierdo en su abrazo en delicados placeres que se ahogan en besos vírgenes...
Aullidos en la lejanía me despiertan de mi letargo, mientras los fantasmas huyen despavoridos al contacto de mi mano con el interruptor...
(todavía no sé si fue solo un sueño)
Un "Virgilio" con túnica de colores (que acompaña a saborear alimentos ,que mas que eso son especias que muerden mi garganta cada día), me hace atravesar Palacios que otrora fueron escenario de danza, velos, conflictos entre el poder... Absorto entre maravillas y gemas, me encuentro frente a frente con una esencia que llena la atmósfera antigua con olor de flores y ojos que me observan con curiosidad. Los mismos ojos que me hablan, sin pronunciar sílabas que puedan ser escuchadas por nadie mas que yo, me toman de la mano y me ofrecen una taza de una bebida exquisita, confortable como un abrazo.
Trato de no escapar a la realidad y mi fiel "Virgilio" hace que el sueño de pupilas oscuras desaparezca detrás de una puerta.
Cada sentido revive, vibra y escucha que en unas semanas ocupará su lugar de esposa con un desconocido: combinación ancestral de parientes, zodiaco que une dos líneas desconocidas, tristeza y alegría resignadas en el mismo ser.
Mi viaje continua, alternando paz de incienso a dolor interior de no poder ayudar aquellos que se cruzan en mi ruta.
Los elementos están de mi parte, los frescos anocheceres se reducen a unos pocos minutos, es como si las divinidades todas sonríesen y mostrasen sus respuestas cuando ni siquiera se las preguntas.
Ritos , cantos, cada tambor es un lenguaje que me hace recordar, como si en otra vida hubiese ya escuchado el ritmo. Incluso los animales me hacen sentir su ritmo, elefantes cadenciosos se balancean en el camino, hacia el que un tiempo fue un hogar fastuoso de una realeza de las que se hablan en las historias.
Leyendas y oficios que se obtienen los secretos solo de padre a hijo. Generaciones enteras que moldean las rocas y logran obras de arte con el polvo de las gemas.
Religiones que se mezclan en una misma aldea, ciudad, región. Allah sentado observando Ganesh con una cruz en su puerta. Cánticos entonados desde muy temprano, la Aurora con sus " rosados hilos" tejen el comienzo de días que terminan muy pronto y duran una eternidad para otros. Algunos, adoradores de la naturaleza, encuentran refugio del mediodía en los portales de mezquitas cerradas. Mientras yo, encuentro mi propio refugio en el calor que mueve las sombras de los juguetes astronómicos de un maharajá sabio que me observa desde su pedestal de minerales forjados.
El bullicio? solo un lejano y fastidioso recuerdo en este silencio tan intenso como la oscuridad detrás de los muros. Mi visual se deleita con sombras que forman las mismas fábulas e historias escuchadas en días pasados, las sigo tratando de entender su mensaje y siento el roce de la mirada curiosa... Me pierdo en su abrazo en delicados placeres que se ahogan en besos vírgenes...
Aullidos en la lejanía me despiertan de mi letargo, mientras los fantasmas huyen despavoridos al contacto de mi mano con el interruptor...
(todavía no sé si fue solo un sueño)
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Amor
Odio cuando dices que me amas y lo demuestras.
Odio ese olor que dejas en mi cama cada noche, después que me acaricias.
Odio esas frías manos silenciosas en verano que me clavan las uñas mientras susurras en mi oído.
Odio tu ser obediente y disponible aun cuando no te busco.
Odio esa luz que rodea tu silueta mientras me miras desde mi cama.
Odio el color de tu mirada mientras me espías desde la ducha.
Odio cuando tienes razón y me acompañas mientras busco entre los párrafos de un libro.
Odio tus pasos en la sombra mientras caminas acechando.
Odio mientras te escucho y te respondo.
Pero mas que nada,odio cuando te sonrío y con voz suave te respondo: " Te amo soledad
Odio ese olor que dejas en mi cama cada noche, después que me acaricias.
Odio esas frías manos silenciosas en verano que me clavan las uñas mientras susurras en mi oído.
Odio tu ser obediente y disponible aun cuando no te busco.
Odio esa luz que rodea tu silueta mientras me miras desde mi cama.
Odio el color de tu mirada mientras me espías desde la ducha.
Odio cuando tienes razón y me acompañas mientras busco entre los párrafos de un libro.
Odio tus pasos en la sombra mientras caminas acechando.
Odio mientras te escucho y te respondo.
Pero mas que nada,odio cuando te sonrío y con voz suave te respondo: " Te amo soledad
sábado, 10 de septiembre de 2011
Sin nombre
Me quedo sentado, esperando que el mundo de gente que gira a mi alrededor vaya menguando. El bullicio de conversaciones,pasos,vasos,platos,humo de cigarros llena mis próximos 300metros de compañía casi forzada. Oigo todo pero no escucho nada, me concentro en la copa vacía que me hace un guiño sediento que solo puede ser aplacado por un beso alcohólico. La torturo, hago que las otras copas semi llenas la acaricien mientras mi mano tocan el vaso de agua sentado a su lado.
Un movimiento, casi imperceptible de una mano sobre mi pierna, me recuerda que alguien a mi lado quiere ser notado, cambio mi víctima de cristal por una hecha de carne y sentimientos. Cambio víctima pero no cambio tortura.
Siento uñas que se clavan por debajo de la mesa, tratando de gritar lo que siente la herida natural bajo su ropa. Ignoro cualquier palabra, sonido o respiro que provienen del cuerpo sentado a mi derecha.
Mis ojos se mueven hacia unas curvas ondulantes que hablan a mi boca, un suspiro... Camino alejándome de todos y de todo, los pasos de las curvas me conducen detrás de una vieja puerta de madera, olor antiguo mezclado a deseos nuevos, no dejo que diga nada con su boca. Grita el cuerpo mientras nos hacemos uno y el bullicio se siente cada vez mas lejos.
Tienes nombre?-pregunta después de ajustar las telas de su ropa.
No sirve de nada- respondo mientras pienso que mi barco zarpa dentro unas horas.
Un movimiento, casi imperceptible de una mano sobre mi pierna, me recuerda que alguien a mi lado quiere ser notado, cambio mi víctima de cristal por una hecha de carne y sentimientos. Cambio víctima pero no cambio tortura.
Siento uñas que se clavan por debajo de la mesa, tratando de gritar lo que siente la herida natural bajo su ropa. Ignoro cualquier palabra, sonido o respiro que provienen del cuerpo sentado a mi derecha.
Mis ojos se mueven hacia unas curvas ondulantes que hablan a mi boca, un suspiro... Camino alejándome de todos y de todo, los pasos de las curvas me conducen detrás de una vieja puerta de madera, olor antiguo mezclado a deseos nuevos, no dejo que diga nada con su boca. Grita el cuerpo mientras nos hacemos uno y el bullicio se siente cada vez mas lejos.
Tienes nombre?-pregunta después de ajustar las telas de su ropa.
No sirve de nada- respondo mientras pienso que mi barco zarpa dentro unas horas.
jueves, 25 de agosto de 2011
Humedad
Solamente unos metros que me separan de ese olor que se expande en la habitación, dejo las ventanas abiertas otros minutos y después las cierro lentamente. Evitando que el aroma, mezclado con sueño se aleje y me deje viudo de su fragancia.
Inhalo y retengo la respiración hasta que mis pulmones golpean mi espalda, como si quisieran salir de su jaula hecha de carne. Casi ebrio me dejo caer en el suelo mientras el sonido nocturno se vuelve sinfonía sobre calles desiertas, calles que esconden historias cada 2 pasos...
Me pierdo entre sus caricias, primero fría e insistente y después cálida e inverosímil. Dejo que sea mi mano a ser tocada antes que el resto del cuerpo. Adapto mi temperatura y poco a poco siento que esta por todos lados, su olor se hace mas fuerte mientras siento su sabor en la boca.
Me besa el cuello y se mueve siguiendo la fuerza de gravedad, sin necesidad de guiar con mis manos continua en su trayectoria de placer hacia mis piernas. Nos volvemos uno, un solo ser en medio de tanto y nada. Una persona, observadora ocasional, me mira curiosa mientras me haces caminar sin una meta fija entre sombras y luces opacas. Mira mis pies descalzos y sonríe mientras continuamos a sentirnos mas unidos que nunca! El rumor de tus palabras disminuye, miro hacia arriba y siento que tu olor se va haciendo recuerdo, me saludas fugazmente y me quedo aquí entre las sombras y luces opacas con las huellas de tu ser en mi sonrisa.
Nos vemos en la próxima nube: lluvia.
Inhalo y retengo la respiración hasta que mis pulmones golpean mi espalda, como si quisieran salir de su jaula hecha de carne. Casi ebrio me dejo caer en el suelo mientras el sonido nocturno se vuelve sinfonía sobre calles desiertas, calles que esconden historias cada 2 pasos...
Me pierdo entre sus caricias, primero fría e insistente y después cálida e inverosímil. Dejo que sea mi mano a ser tocada antes que el resto del cuerpo. Adapto mi temperatura y poco a poco siento que esta por todos lados, su olor se hace mas fuerte mientras siento su sabor en la boca.
Me besa el cuello y se mueve siguiendo la fuerza de gravedad, sin necesidad de guiar con mis manos continua en su trayectoria de placer hacia mis piernas. Nos volvemos uno, un solo ser en medio de tanto y nada. Una persona, observadora ocasional, me mira curiosa mientras me haces caminar sin una meta fija entre sombras y luces opacas. Mira mis pies descalzos y sonríe mientras continuamos a sentirnos mas unidos que nunca! El rumor de tus palabras disminuye, miro hacia arriba y siento que tu olor se va haciendo recuerdo, me saludas fugazmente y me quedo aquí entre las sombras y luces opacas con las huellas de tu ser en mi sonrisa.
Nos vemos en la próxima nube: lluvia.
lunes, 8 de agosto de 2011
Sombras
Por muchas lunas llene mi cama de sombras vacías que se reflejaban en cuerpos. Cortejando,escuchando sabores y colores de diferentes pieles que dejaban huellas en toda la habitación formando un laberinto de recuerdos que fueron desintegrandose poco a poco. No recordaba nombres,solo sensaciones y placeres diferentes que me condujeron hacia una saciedad casi infinita, apagaron la sed exterior mientras el hambre interior seguía vivo.
Adicción a lo desconocido,a lo conocido,con calma a veces,otras con fuerzas. Trazos de heridas que sanaban al salir el sol.
Así fui olvidándome que era el verdadero placer de la conquista,culpa de esas sombras proyectadas en espejos. Bastaba un simple gesto y su luz era mía por esas horas antes de que la aurora abriese sus labios para recordarme el final del momento...
Adicción a lo desconocido,a lo conocido,con calma a veces,otras con fuerzas. Trazos de heridas que sanaban al salir el sol.
Así fui olvidándome que era el verdadero placer de la conquista,culpa de esas sombras proyectadas en espejos. Bastaba un simple gesto y su luz era mía por esas horas antes de que la aurora abriese sus labios para recordarme el final del momento...
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