Damas

Se inclinan ante mi las damas esta noche. Esconden sus palabras detrás de abanicos provocando murmullos y sonrisas. La primera me ofrece una silla del Rey Sol y dos piernas que se abren siguiendo los 180 grados al compás de remolinos.
La segunda deja caer espuma de frío champán sobre su boca acogedora y sedienta.
La tercera se inclina permitiendo a mis ojos observar el mapamundi de su curva ecuatorial.
La cuarta se rebela a sus grilletes y su látigo rompe plumas en el aire .
La quinta no dice nada mientras graba con uñas su nombre sobre espaldas como la nieve.
Se inclinan ante mi las damas esta noche.